
La verdad es que me hubiera gustado poder vivir más las fiestas, esto es, me hubiera gustado ir al centro, ver a la virgen con el manto o el Rosario de Cristal, que es lo típico que uno ve en Zaragoza. Pero creo que, como ya tengo eso muy visto -siempre he ido a la ofrenda-, este año he pasado de todas esas cosas típicas y lo único que prácticamente he hecho durante estos días ha sido salir a Inerpeñas dejándome ahí el dinero.
Aunque sea un gran gasto hay que admitir que está bien, pues puedes disfrutar de buena música y compañía durante toda la noche. Además, como casi todo el mundo acude allí, es muy seguro que te encuentres a algún conocido que hacía tiempo que no veías. Y así fue.
Por otro lado, el de los conciertos, pensaba que iba a ser mucho mejor, sobre todo el día que actuaba Manowar, y que después actuaba Barón Rojo. Pensaba que iba a disfrutar como muy pocas veces se puede, y, sin embargo, fue un concierto un tanto mediocre, nada mejor que cualquier otro. Al menos puede decir que ya he visto a Manowar, un gran grupo del género...
Me despidí de las fiestas casi hasta con ganas de que acabasen: mucho cansancio acumulado en muchos días e fieta, y un ritmo que nadie puede aguantar
Víctor Pérez
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